El Papa Benedicto XVI ha denunciado en muchas oportunidades el relativismo contemporáneo. Ahora, en la audiencia del pasado 7 de octubre, al analizar la figura de San Juan Leonardi, mostró la solución para ese mal:
“Solamente de la fidelidad a Cristo puede brotar la renovación eclesial auténtica. En aquellos años, en el pasaje cultural y social entre los siglos XVI y XVII, se empezaron a dibujar las premisas de la futura cultura contemporánea caracterizada por una escisión indebida entre la fe y la razón que ha producido, entre sus efectos negativos, la marginación de Dios, con la ilusión de una posible y total autonomía del ser humano, que elige vivir “como si no Dios no existiera”.
“Es la crisis del pensamiento moderno que tantas veces he evidenciado y que llega a menudo a formas de relativismo. Juan Leonardi intuyó cual era la verdadera medicina para los males espirituales y la sintetizó en la frase: “Cristo ante todo”. (…) No hay ambiente que no pueda ser tocado por su fuerza. (…) Esa era su receta para todo tipo de reforma espiritual y social”.
“Es la crisis del pensamiento moderno que tantas veces he evidenciado y que llega a menudo a formas de relativismo. Juan Leonardi intuyó cual era la verdadera medicina para los males espirituales y la sintetizó en la frase: “Cristo ante todo”. (…) No hay ambiente que no pueda ser tocado por su fuerza. (…) Esa era su receta para todo tipo de reforma espiritual y social”.