Paulo Francisco Martos
Uno de los mayores males del mundo actual es la depresión que, entre otras cosas produce tristeza. Y la difusión de lo feo es el caldo de cultivo apropiado para provocar tristeza, perjudicando así a una humanidad que tiende cada vez más para el desánimo y la depresión. Por el contrario, la belleza favorece las buenas disposiciones de alma, otorgando alegría y gusto de vivir. Los medievales – procurando siempre la belleza en sus modos de pensar, querer, sentir y actuar – eran alegres.
A las manifestaciones artísticas de la alegría, Bruyne llama de optimismo estético, que se expresa sobretodo en las catedrales. Ejemplo característico de esta alegría la encontramos en la escultura conocida como el “Ángel de la sonrisa”, colocada en la fachada de la catedral de Reims (Francia).
FRANCISCO MARTOS, Paulo. Pedagogía de la belleza – Visión del universo: un modo de ser. Maestría en Ciencias de la Educación. Universidad Metropolitana de Asunción. Paraguay, 2009. p. 98.